7.12. Era así…

  • José Carlos Mariátegui

 

         1Ahora se ve que el grupo parlamentario no era un grupo maurtuista. Ahora se ve que maurtuista en el grupo parlamentario no era sino la etiqueta. Ahora se ve que todo podía ser el grupo parlamentario menos un grupo bolchevique. Muy pocos son los bolcheviques de esta tierra. Y esos pocos bolcheviques no están en la Cámara de Diputados.
         Oigan ustedes al señor Borda, miembro eminente del grupo parlamentario. El señor Borda es un admirador inteligente y sincero del señor Maúrtua. Es el panegirista fervoroso de su talento, de su capacidad y de su sabiduría. Es su más apasionado discípulo. Y es, además, el que puso bajo el noble auspicio y la ilustre dirección del señor Maúrtua al grupo parlamentario.
         Háblenle ustedes hoy al señor Borda del señor Maúrtua como jefe del grupo parlamentario.
         El señor Borda exclamará inmediatamente:
         —¡Maúrtua no es el jefe del grupo parlamentario! ¡Y no por culpa del grupo parlamentario sino porque Maúrtua no sirve para eso! ¡Maúrtua, el gran Maúrtua, no sirve para nada!
         Y entonces a ustedes se les caerá el alma de asombro:
         —¿Pero el grupo parlamentario no era un grupo maurtuista? ¿No era la primera manifestación de un movimiento maurtuista? ¡No era un síntoma de que aparecía silenciosamente un nuevo proselitismo?
         El señor Borda, perspicaz, alegre y sonoro, se reirá de ustedes.
         Y hará muy bien.
         Desde el momento en que nos aseguraron que el señor Maúrtua era el leader del grupo parlamentario nosotros pensamos que no podía ser cierto. No lo dijimos en voz alta porque somos muy tímidos. Lo dimos a comprender con la mirada tan solo.
         El señor Maúrtua es idealista y soñador a pesar de que los acontecimientos amenguan gradualmente el fuego de su optimismo. Pero el señor Maúrtua no es hombre de enamorar a los diputados, no es hombre de juntarlos, no es hombre de disciplinarlos, no es hombre de ponerse a la cabeza de ellos. Es demasiado bohemio y demasiado bolchevique para consagrar sus energías a la organización de un grupo parlamentario. No tiene habilidad para el cabe ni para la zancadilla. Jamás será un estratega de la política criolla.
         El grupo parlamentario lo sabía perfectamente. Pero cayó en un momento de romanticismo. Puso el alma, con gran fervor patriótico en la elevación doctrinaria del señor Maúrtua. Y, dominado por este arrebato, quiso proclamar su maurtuismo.
         Pero, poco a poco, le ha ido pasando la sentimentalidad. Poco a poco ha ido sintiendo que el señor Maúrtua no podía ser su leader. Poco a poco ha ido convenciéndose de que por muy cerca que creyera tener al señor Maúrtua lo tendría siempre muy lejos. Y el grupo parlamentario ha vuelto a ser un grupo de gente práctica, avizora y eficaz.
         Y seguramente el señor Maúrtua se ha olvidado ya de que un día hubo en el Perú quienes miraron en él a su leader.
         Leader de grupo parlamentario nada menos.


Referencias


  1. Publicado en El Tiempo, Lima, 14 de septiembre de 1918. ↩︎