2.12. Epistolario Frívolo

  • José Carlos Mariátegui

 

(Novela Auténtica)1

                          Breve y necesaria noticia: Elías, treinta años, renta importante, elegancia, displicencia,                                risueña ironía. Helena veintidós años, posición social distinguida, belleza, automóvil                                coupé, días de recibo con five o’clock tea.

 

8 de mayo, 7 y 35 p.m.

Helena:

         Hace una hora y media la he visto a usted en el Palais Concert. Tomaba usted té en una mesa inmediata a la mía. Yo no puedo resistir a la necesidad imperiosa de escribirle que, desde hace hora y media, me gusta usted inmensamente (Perdone usted que le escriba en papel con timbre de Visconti. Esto es muy prosaico). Yo le debo decir francamente que conozco varias mujeres indiscutiblemente más bonitas que usted. No sabré adularla proclamando a la suya ama y señora de todas las bellezas que mis ojos han visto. Pero es usted demasiado seductora y me sugestionan en usted, uno a uno, muchos detalles: la boca, los ojos, la sonrisa. Y, sin embargo, ni la boca, ni los ojos, ni la sonrisa de usted son perfectos. Yo la encuentro a usted luminosa. Parece que usted tuviera una diafanidad rosada. Hubo un instante que yo la miraba y en que usted me miró también. La mirada de usted me ha hipnotizado. Es usted maravillosa. Si tiene usted un retrato en que esté escotada, mándemelo. Le incluyo una tarjeta con mis señas. Irremediablemente, estoy enamorado de usted. Hidalgamente, le advertiré que he bebido hasta ahora diez cocktails por lo menos.
 
Elías

 

9 de mayo, 11 a.m.

Elías:

         La carta de usted es ciertamente extraña. Por lo mismo me ha intrigado. La he leído tres veces. Vuelva a escribirme. Que sea antes de que haya bebido ningún cocktail. Podría usted llegar a interesarme.
 
Helena

 

10 de mayo, 11 a.m.

Helena:

         ¿Por qué no me envió usted carta por servicio expreso? (El costo del franqueo es once centavos). Solo hoy he recibido su carta. Esta tardanza en darle respuesta a un hombre enamorado, es innoble y reprensible. ¿Le interesan a usted mis cartas? No le escribiré más. ¿Pretende usted divertirse con mis cartas y refocilarse a costa de esa originalidad que descubre usted en ellas, no? Pues no lo va usted a conseguir. La sigo encontrando maravillosa. Pero no le escribiré una línea más. Hoy no he bebido ningún cocktail.
 
Elías

 

14 de mayo, 5 p.m.

Elías:

         ¡Qué gracioso! Vuelva a escribirme. ¡No sea malo! Mire que me aburro. Le conozco a usted de vista mucho. Era usted el único caballero que no me había dicho hasta ahora una galantería.
 
Helena

 

15 de mayo, 11 a.m.

Helena:

         No la escribiré más. No me da la gana. No quiero verla. Sin embargo, si quiere usted, más bien, conversaremos.
 
Elías

 

16 de mayo, 5 p.m.

Elías:

         Bueno. Conversaremos. Mañana me lo presentará a usted Aníbal Oriol. Será en el Palais Concert, en el mismo lugar donde me conoció usted (¡Qué romántico es esto!).
 
Helena


 

1º de junio, 4 p.m.

Helena:

         Te he llamado por teléfono tres veces. ¿Dónde has estado?
 
Elías

 

1º de junio, 5 p.m.

Elías:

         Esta tarde voy al cinema.  
Helena

 

10 de junio, 2 p.m.

Helena:

         No me levanté a tiempo para verte a la salida de misa. Después de las carreras te buscaré en el teatro, en el cinema y en el Palais. Tú estarás en uno de estos sitios.  
Elías

 

15 de junio, 2 p.m.

         Quiero que me escribas esa frase que me has dicho tantas veces y que me repetiste ayer en el té de las Leal.  
Helena

 

16 de junio, 11 a.m.

         No hay inconveniente: “Creo que te amo más de lo que es discreto”.  
Elías

 

18 de junio, 10 y 30 p.m.

         Llámame por teléfono a las seis.  
Helena

 

22 de junio, 11 a.m.

         ¿Qué tuviste ayer? Te encontré nerviosa y displicente, ¿Qué tenías? No me gustas así. Entiéndelo.
         Beso este papel.  
Elías

 

25 de junio, 4 p.m.

         No me interesa estar de modo que te guste. ¿Sabes? Yo no soy tan exigente.
 
Helena

 

30 de junio, 8 p.m.

         En la recepción de las Gil, has estado golosa, coqueta, procaz, inquieta, inconveniente, de mal gusto y hasta fea, Perdóname. Esta carta va post cocktails.  
Elías

 

30 de junio, 11 p.m.

         ¡Impertinente!  
Helena

 

3 de julio, 10 a.m.

         Acabo de levantarme. Estoy en pijama. Y estoy absolutamente seguro de que te amo.
 
Elías

 

10 de julio, 8 p.m.

         Antes de irme al comedor quiero escribirte estas dos líneas. Nunca me has dicho si te gusta mi letra. En el colegio fui la primera en la clase de caligrafía.  
Helena

 

16 de julio, 11 a.m.

         Oye. ¿Qué me ibas a decir ayer cuando nos interrumpió mi mamá? ¿Qué me ibas a decir?  
Helena

 

17 de julio, 10 a.m.

         Lo que quería decirte ayer es esto: ¿No te parece que podíamos pasar a ser formalmente novios?  
Elías

 

17 de julio, 5 y 30 p.m.

         Me voy al cinema. Te escribo muy apurada. Mira ¿Sabes lo que te iba a decir ayer? Te iba a decir que hace seis meses estoy de novia con I. Así son las cosas, hijo. Yo tengo la culpa por haber contestado tu primera carta. Me empava decírtelo así. Eres muy simpático.  
Helena

 

18 de julio, 8 p.m.

         Hoy no he bebido ningún cocktail. Mira. Yo te dije lo del noviazgo formal, por reverencia a un convencionalismo vulgar. ¡Qué gracia! ¿Sabemos acaso si nos amamos? No es posible. Si no te hubiera escrito en papel de Visconti y por motivo de los cocktails de Visconti, después de haberte encontrado luminosa, ¿nos habríamos conocido? No. Que conste que eres la única mujer por quien he transigido con la posibilidad del noviazgo. Me sigues gustando.  
Elías

 

18 de julio, 10 a.m.

         Eres razonable. Seguiremos siendo muy buenos amigos, hoy, mañana y pasado. Antes y después de mi matrimonio. ¿Si no hubiera contestado yo tu primera carta, nos habríamos conocido y tratado? Tienes razón ¿Sabemos acaso si nos amamos?  
Helena

 

25 de julio, 11 a.m.

         Oye. Quiero que me escribas una sola cosa: ¿Qué fecha tiene mi primera carta?  
Elías

 

26 de julio, 4 y 30 p.m.

         Tu primera carta tiene fecha 8 de mayo. Como ves, hemos sido breves.  
Helena

         Por la copia.

JUAN CRONIQUEUR


Referencias


  1. En Alma Latina, Nº 20, pp. 15-17, Lima, 1 de julio de 1916. Y en El Tiempo, Lima, 2 de agosto de 1916. En Alma Latina apareció bajo el título de “Epistolario de un noviazgo prudente”. Y, corregido por el autor, apareció en El Tiempo con un encabezamiento asociado a la crónica: “Ecos sociales”. ↩︎