X. Cambiar las relaciones de género

  • José-Carlos Mariátegui
  • Víctor Vich

Desde la década de 1920, la observación de las relaciones de género comenzó a ocupar un papel central en el pensamiento de Mariátegui. El cambio con respecto a su producción anterior —vale decir, en la etapa en que firmaba con el seudónimo de Juan Croniqueur1— es notable y podemos hallarlo, por ejemplo, en afirmaciones como la siguiente: “La revolución francesa inauguró un régimen de igualdad política para los hombres […] los derechos del hombre podrían haberse llamado los derechos del varón” (). Esta cita es decisiva porque en ella puede notarse que Mariátegui reconoció los mecanismos ideológicos mediante los cuales el discurso moderno se instaló en Occidente. Notó, en efecto, que se trataba de una ideología que, por un lado, apelaba a contenidos supuestamente “universales”, pero que no podía dejar de privilegiar lugares centrales de dominio social. De hecho, hoy sabemos que el discurso moderno sobre la igualdad de todos los seres humanos se refería básicamente a la igualdad de los hombres blancos, burgueses, propietarios y heterosexuales. Mariátegui se dio perfecta cuenta de este problema y, por eso, comenzó a cuestionar uno de los fundamentos de la modernidad occidental: “Al movimiento feminista no deben ni pueden sentirse extraños ni indiferentes los hombres sensibles a las grandes emociones de la época”, señaló con énfasis ().

Expand K Las campesinas de Carmen Saco (ca.1928). Fotografía, 11 x 8 cm. Archivo José Carlos Mariátegui

A diferencia de muchos intelectuales de su época, Mariátegui atribuyó a las relaciones de género una dimensión central en la constitución del mundo social. En un contexto donde el pensamiento político no había integrado de manera significativa esta dimensión, llegó a sostener que el género permite visibilizar un conjunto de relaciones de exclusión y desigualdad: “La sociedad no se dividía únicamente en clases sino en sexos. El sexo confería o negaba derechos políticos”, sostuvo ().

Propuso entonces desnaturalizar las relaciones de género. Mariátegui se preguntó por las formas de socialización y subrayó la arbitrariedad de los roles, haciendo notar que lo supuestamente “biológico” pertenece, más bien, a prácticas culturales, arbitrarias y siempre funcionales a la mantención del poder. Por eso, contra cualquier ideología naturalista, llegó a afirmar que “la mujer es algo más que una madre” (). En varios artículos, Mariátegui opinó —con ideas muy adelantadas— sobre el divorcio, el control de natalidad, el aborto y la prostitución2.

De hecho, al historizar y desencializar las relaciones de género, no tuvo reparos en considerar que “el feminismo es esencialmente revolucionario” () y sostuvo que el futuro Estado comunista no deberá “distinguir ni diferenciar los sexos ni las nacionalidades” (1974b, p. 160). Más aún, Mariátegui se interesó mucho por la escritura femenina y escribió varios artículos subrayando la agencia de las mujeres a lo largo de la historia. Son muy importantes sus artículos dedicados a Juana de Arco, Margarita Bondfield, Alejandra Kollontai, Magdeleine Marx, Rosa Luxemburgo, Ada Negri e Isadora Duncan. En el Perú, destacó la obra de Clorinda Matto de Turner, Julia Codesido y Magda Portal, a quienes admiró muchísimo. K

Además de ello, convirtió la revista Amauta en un lugar abierto para los artículos escritos por mujeres, las cuales también colaboraron con imágenes y carátulas. Para Sara Beatriz Guardia, Amauta fue un importantísimo espacio donde “las mujeres pudieron publicar y levantar la voz para decir lo que pensaban sobre hechos diversos” (). Esta investigadora notó algo sumamente relevante. Como sabemos, Amauta tuvo 32 números, pero Mariátegui solo pudo dirigir 29, que fue el último número antes de morir. En todos ellos, la participación de mujeres fue constante. En el primer número fueron siete los artículos escritos por mujeres y en el segundo son cinco. Al final, sumarían treinta y ocho mujeres, entre artistas y escritoras, tanto peruanas como extranjeras, las que participaron en la revista. Luego de su muerte, Amauta cambió radicalmente y, en los dos últimos números, no volvió a figurar ningún artículo escrito por una mujer3.

Notas

  1. Juan Croniqueur reprodujo los estereotipos más conservadores sobre las mujeres y las relaciones entre géneros. De hecho, en varios de sus artículos, se opuso a las sufragistas inglesas y hasta se burló del movimiento feminista. Sin embargo, años después, es decir, ya como José Carlos Mariátegui, se distanció de ese pasado y sostuvo, de manera autocrítica, que efectivamente había escrito varios “disparates”. Mariátegui es también un ejemplo sobre la posibilidad, siempre abierta, de cambio en el pensar. ↩︎

  2. Son ejemplos de ello los artículos: “La mujer y la política”, “Las reivindicaciones feministas”, “El III Congreso Internacional de la Reforma Sexual” (incluidos en Temas de educación) y “El divorcio en Italia”, “El matrimonio y el aviso económico” (en Cartas de Italia). ↩︎

  3. La herramienta Amauta Explorada permite analizar cada número de la revista por género: https://www.mariategui.org/vis/_amauta_explorada.html ↩︎