El proceso de elaboración de Defensa del marxismo, lo podemos seguir a través de la correspondencia entre Samuel Glusberg y José Carlos Mariátegui entre enero de 1928 y abril de 1930.1 Comenzaremos con la carta remitida por Mariátegui a Glusberg con fecha del 10 de enero de 1928:
“Le remito con Amauta, dos ejemplares de Tempestad en los Andes, último libro de Minerva y primero de la Biblioteca Amauta, en la cual publicaré enseguida una selección de la obra completa de nuestro gran poeta José M. Eguren y un libro mío: 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Tengo otro libro de tema internacional, como La Escena Contemporánea, al cual título Polémica Revolucionaria. No lo podría dar enseguida a luz por Minerva, porque se diría entonces que no edito casi sino mis libros. Deseo saber, por esto, si podría editarlo Babel. (…) El volumen del libro sería el de La Civilización Manual y otros ensayos aproximadamente. La parte principal se contrae a la crítica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeño conservador de identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenómeno de barbarie oriental. Me interesaría tener a la vista las réplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecería mucho”.2 F
De esta carta a Samuel Glusberg se desprenden tres ideas interesantes. La primera, es que Mariátegui estaba planeando elaborar un “libro de tema internacional”, cuyo título inicial sería Polémica revolucionaria. La segunda, es que su contenido versaría sobre “la crítica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc)”. La tercera, es que tendría una extensión similar al libro de Baldomero Sanín Cano, La Civilización Manual y otros ensayos.3 Como podemos ver en el Cuadro II, para entonces Mariátegui aún no había iniciado la redacción de los artículos que compondrían Defensa del marxismo. Todavía estaba en la etapa inicial y había realizado una primera selección entre sus artículos publicados a fines de 1927. Además, Mariátegui todavía no habría recibido el ejemplar del libro de De Man que recién estaba por ser impreso.
Entonces, ¿a qué material en preparación se refería Mariátegui? ¿Cuál era este plan inicial? Es muy probable que Mariátegui estuviera pensando en un conjunto de cinco artículos escritos y publicados por él en la revista Variedades entre octubre y diciembre de 1927. Esta fue la conclusión a la que llegaron los editores de las ediciones populares de sus Obras Completas, ya que se trataba de un conjunto de artículos que cumplían las características señaladas en la carta a Samuel Glusberg. Con ellos, los editores de las Obras Completas compusieron el segundo ensayo, Teoría y práctica de la reacción, que Mariátegui no llegó a culminar (Ver Cuadro III).
A estos artículos los editores de las Obras Completas habrían agregado, a partir de estas referencias, otros cinco artículos bajo el epígrafe, que Mariátegui nunca estableció, de Los especímenes de la reacción. Ambos grupos de artículos serían agregados posteriormente a la edición canónica de Defensa del marxismo, como veremos más adelante.
Que los artículos iniciales pensados por Mariátegui para elaborar el libro ofrecido a Glusberg difiere de los que se elaboró y publicó posteriormente como Defensa del marxismo, se ve también en la correspondencia entre Mariátegui y Glusberg. En respuesta a la carta antes citada, Glusberg le responde con cierto entusiasmo con el proyecto, aunque tiene dudas de su viabilidad económica:
“En cuanto a la edición de un libro suyo por Babel estoy completamente a sus órdenes. Eso sí no me gusta el título Polémica Revolucionaria, me parece mejor como subtítulo explicativo pero si Ud. lo juzga insustituible no hay nada más que hacer… Publicaré su Polémica Revolucionaria. No me hago grandes ilusiones de venta. El libro de Sanín Cano no halló más que 200 compradores en la Argentina”.4
Sin embargo, pese a ese entusiasmo inicial, en este epistolario no volveremos a tener noticias del libro hasta julio, seis meses después. “A causa de mi enfermedad, no he podido revisar ni ordenar los originales del libro ofrecido a Babel. Acepto titularlo de otro modo, conservando como subtítulo Polémica revolucionaria. Igualmente acepto las condiciones de la edición, contenidas en su carta al respecto, la última que de Ud. he recibido”.5 Casi tres meses después, Mariátegui le escribe a Miguel Ángel Urquieta:
“Que no le extrañe la tardanza con que contesto su carta del 10 de agosto. He pasado semanas enteramente atareadas por corrección de pruebas de mi libro en prensa en Lima6, revisión de originales del libro que tengo comprometido con la editorial de Buenos Aires, el número de Amauta del segundo aniversario, que Ud. recibirá probablemente con esta carta, y otras cosas más, aparte de mi trabajo ordinario. Todo esto, pesando sobre fuerzas muy relativas y en convalecencia. No he podido escribir a ningún amigo y sólo hoy empiezo a dedicar algún tiempo a mi correspondencia”.7 G
Mariátegui trabaja, pues, febrilmente. En los años finales de su vida, los “años cumbres” en la certera frase de Jorge Del Prado,8 Mariátegui edita libros para la Editorial Minerva, publica la revista Amauta, enfrenta estoicamente su salud y sufre la persecución y hostigamiento por parte de la policía política del régimen de Leguía. A ello se sumarán la organización del Partido Socialista Peruano, la publicación del quincenario Labor y el impulso inicial que llevaría a la fundación de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). Todo esto no le permite a cabalidad escribir cartas. Glusberg le pregunta preocupado: “Hace mucho que no tengo noticias de su vida. ¿Qué hay de cierto de su viaje a Bs. As.? Mándeme algunas paginitas para L.V.L. Pienso dedicarle más adelante un número al Perú. Indíqueme algunos nombres. Después del No. 15 no volví a recibir Amauta. ¿Qué le pasa? ¿Dejó de salir otra vez? Escríbame. ¿Y su libro?”.9
Volviendo al punto de su elaboración, los artículos periodísticos que dieron forma a Defensa del marxismo comenzaron a ser escritos y publicados en la revista Variedades en el mes de julio de 1928. Para ese entonces, es claro que Mariátegui ya tuviera en su poder un ejemplar de Mas allá del marxismo de Henri de Man, ya que los dos primeros artículos están dedicados directamente a criticarlo: “Henri de Man y la ‘crisis’ del marxismo” (7 de julio de 1928) y “La tentativa revisionista de Mas allá del marxismo” (14 julio de 1928). (Ver Cuadro II).
Los siguientes dos artículos no serían escritos y publicados simultáneamente hasta setiembre, uno en Mundial (“La crítica revisionista y los problemas de la reconstrucción económica”, el día 21) y el otro en Variedades (“La filosofía moderna y el marxismo”, el día 22). Estos cuatro artículos serían publicados juntos sin sus títulos originales y numerados en los números 17 y 18 de la revista Amauta entre setiembre y octubre de 1928 (Ver Cuadro IV). La relevancia de estos primeros artículos (que revisados dan forma inicial al ensayo) es que son los que critican de manera directa el libro Más allá del marxismo de Henri de Man.
Los tres siguientes (“Rasgos y espíritu del socialismo belga”, “Ética y socialismo”, y “El determinismo marxista”) fueron publicados simultáneamente en las revistas Variedades y Mundial (entre el 27 de octubre y el 7 de diciembre de 1928), y en dos números sucesivos de la revista Amauta (números 18 y 19), entre octubre y diciembre de 1928. En este caso, los artículos se centrarán principalmente en criticar al socialismo belga con algunas referencias a De Man (Ver Cuadro II y IV).
El siguiente grupo de artículos compuesto por “La economía liberal y la economía socialista”, “Freudismo y marxismo”, “Posición del socialismo británico” y “Sentido heroico y creador del socialismo” fueron publicados en las revistas Variedades y Mundial (entre el 14 de diciembre de 1928 y el 1 de febrero de 1929) y luego en la revista Amauta (números 20 al 22 de enero a abril de 1929).10 En estos artículos, la crítica de Mariátegui se centrará en el escritor norteamericano Max Eastman y en el socialismo británico, dejando prácticamente de hacer referencia a Henri De Man y su libro.11
El último grupo de artículos está compuesto por “El libro de Emile Vandervelde”, “El idealismo materialista”, “André Chamson y el mito de la nueva generación: la revolución del 19”, “Emmanuel Berl y el proceso de la literatura francesa contemporánea”, y “‘La ciencia de la revolución’ por Max Eatsman” que fueron publicados en las revistas Variedades y Mundial (entre el 17 de abril y el 26 de junio de 1929) y luego entre los números 22 al 24 de la revista Amauta (abril a junio de 1929). En ellos, la crítica de Mariátegui se centrará, con breves referencias a De Man, en Emile Vandervelde y su libro ¿Ha fracasado el marxismo?, y en los escritores franceses como Jean Cocteau, Paul Morand, André Chamson, Emmanuel Berl, y el escritor norteamericano, Max Eatsman. H
Como conclusiones, podemos obtener tres. La primera, es que si bien Mariátegui al señalarle a Glusberg el contenido de su ensayo Polémica revolucionaria, luego renombrada Defensa del marxismo, estaba pensando en un conjunto de artículos en base a artículos ya publicados, como son los escritos a fines de 1927, terminó reformulando ese proyecto inicial, tal vez debido a que llegó a sus manos, la segunda edición francesa de Más allá del marxismo de Henri de Man. La segunda, consecuencia de la primera, es que cuando Mariátegui le escribe a Glusberg, en sucesivas cartas, que estaba revisando su ensayo, realmente estaba en proceso de redacción mientras se publicaban en Variedades y Mundial, y se corregían inmediatamente para Amauta. Glusberg debería haberse percatado de ello porque recibía con regularidad los números de la revista Amauta, donde Defensa del marxismo se iba publicando por entregas. Cuando Mariátegui le dice a Glusberg que ya ha terminado de corregir los artículos que componen Defensa del marxismo, es porque ya culminó la publicación de estos en la revista Amauta. El siguiente paso era publicarlo como libro, pero éste no vio la luz en vida de Mariátegui. Tampoco como él lo había planeado.
Volviendo a la correspondencia entre Mariátegui y Glusberg, cuando éste último pregunta por el libro a fines de octubre, ya han aparecido dos números de Amauta con los avances del mismo. El 7 de noviembre de 1928 Mariátegui le responde:
“No olvido mi compromiso con usted, el libro que daré a Babel se titula Defensa del Marxismo porque incluiré en él un ensayo que concluye en el próximo número de Amauta y que revisaré antes de enviarle. Como segunda parte, va un largo ensayo, titulado Teoría y Práctica de la Reacción, crítica de la mixtela neo-tomista y fascista. El subtítulo de la obra será siempre, Polémica Revolucionaria”.
Tengo casi listo otro libro: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy, ideas y emociones de la época. Comprende, por ejemplo, mi “Esquema de una Explicación de Chaplin” (Amauta No. 18).12 I
Esta nueva referencia al contenido que tendría Defensa del marxismo, es muy importante. En primer lugar, porque es aquí donde se establece, de manera definitiva, el título del libro. En segundo lugar, Mariátegui señala que este ensayo se está publicando en la revista Amauta y que concluirá en el próximo número. Es decir, el número 19, correspondiente a noviembre-diciembre de 1928 que, como hemos visto en el proceso de su elaboración, corresponderían a los siete primeros artículos publicados originalmente en Variedades y Mundial. En tercer lugar, señala que a partir de entonces elaborará un segundo ensayo que se titularía Teoría y práctica de la reacción.
Sin embargo, Defensa del marxismo se continuó publicando hasta junio de 1929. Asimismo, los artículos de Variedades y Mundial, y su versión en Amauta, ya no se centraban tanto en el libro de Henri de Man, sino en criticar a otras expresiones de la socialdemocracia europea (belga, inglesa) y a escritores franceses y norteamericanos. Esto significa que Mariátegui decidió continuar desarrollando el ensayo sobre Defensa del marxismo, con nuevos artículos que ya no se centraban solo en criticar el libro de Henri de Man sino a otros representantes de la socialdemocracia europea. Lo que refuerza esta idea es que hasta el número 19 de Amauta (diciembre de 1928), Defensa del marxismo apareció con el subtítulo “A propósito del libro de Henri de Man”. Entre los números 20 y 24 (enero-junio de 1929), este subtítulo desaparece. Esta decisión llevó a que Mariátegui postergara la elaboración del segundo ensayo Teoría y práctica de la reacción, basado en los artículos que había seleccionado en su proyecto original, que databan de fines de 1927. Ensayo que como veremos, Mariátegui no terminó. Esto explica también porque Mariátegui retrasaría nuevamente la remisión a Buenos Aires de los “originales” del libro. Sin embargo, Mariátegui persiste en solicitarle a Glusberg un compromiso claro con su publicación en Buenos Aires: “Muy pronto le expediré los originales de mi libro. Puede Ud. ya darle sitio en su programa editorial. ¿Se imprimirá en España o Buenos Aires? Mejor sería hacerlo en Buenos Aires para ganar tiempo”.13
Tal vez estas decisiones de Mariátegui se debieron a la respuesta de Glusberg en una carta fechada el 6 de diciembre de 1928, donde el entusiasmo inicial de Glusberg por el libro se ha enfriado. En ella le dice:
“…quiero advertirle que no estoy en condiciones de hacer imprimir aquí su Defensa del marxismo y que le pido, si eso no lo perjudica, que me reserve su otro libro: El alma matinal para Babel.
Si Ud. piensa venir a Buenos Aires dentro de seis meses le conviene traer La defensa del marxismo impreso, pues será de fácil colocación entre socialistas. Hasta quizá le convenga hacerlo editar por intermedio de La Vanguardia que acaba de publicar en forma admirable un libro de Castiñeiras: Soñadores y realistas. Si Ud. quiere yo me puedo encargar de hacer las gestiones, pues tengo buenos amigos en la dirección del Partido, aun cuando yo no comulgue con ellos en la acción política. Quedo a la espera de sus noticias”.14 J
Como puede verse, ante la demora de Mariátegui, Glusberg opta por comprometer El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, ofreciéndole a Mariátegui mediar para que Defensa del marxismo sea publicado en Buenos Aires, pero por la editorial del Partido Socialista Argentino, La Vanguardia. La importancia de que Defensa del marxismo se publique en Buenos Aires, como se desprende de la correspondencia, es hacer conocer a Mariátegui en la Argentina, donde tiene proyectado mudarse desde mediados de 1927, tras su detención por razones del supuesto “complot comunista” contra el régimen de Leguía. El 10 de marzo de 1929, Mariátegui le responde:
“No tengo inconveniente en reservarles mis originales de El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy en lugar de los de La Defensa del Marxismo. Agradezco y acepto su ofrecimiento de gestionar la publicación de este libro por La Vanguardia. Pero temo que mis conclusiones desfavorables al marxismo, aunque no abordan la práctica de los partidos socialistas, sean un motivo para que La Vanguardia no se interese por este libro. Consta de dos ensayos: Defensa del Marxismo y Teoría y Práctica de la Reacción. Los he escrito con atención y me parece que pueden despertar interés. Por lo menos, no son un intento vulgar. Tan luego como Ud. me los reclame le enviaré los originales. No me falta sino revisarlos”.15 K
Cuando Mariátegui escribe esta carta, aún no aparecía el número 21 de Amauta (dedicado al poeta José María Eguren). Pero es claro que habiéndole señalado que Defensa del marxismo culminaría en el número 19 de Amauta, ésta se seguía publicando; además del hecho de insistir, nuevamente, en que sigue revisando los originales. También insistirá en que constará de dos ensayos.
En la carta de réplica de Glusberg, a éste parece ya no preocuparle la edición de Defensa del marxismo. Más bien, está interesado en que se le remitan los originales de El alma matinal.16 El 20 de abril de 1929, Glusberg le escribe a Mariátegui: “Por fin puedo acusarle recibo de su carta y contestar a su pregunta acerca de la edición en Buenos Aires de su Defensa del marxismo. Creo que le voy a encontrar editor aun en el caso de que … »La Vanguardia no acepte la obra. Puede pues, enviármela”.17 Por lo que se ve, cada vez es más difícil encontrar una imprenta para publicar Defensa del marxismo en Buenos Aires. Las razones de los temores de Glusberg y el mismo Mariátegui son válidas: se trata de un tema polémico que está en el centro del debate político internacional, lo cual podrían provocar rechazo tanto por parte de los gobiernos (por ser “literatura comunista”) como por parte de los representantes de la socialdemocracia latinoamericana. L
El 10 de junio de 1929 Mariátegui le responde: “Contesto sólo hoy su carta última, porque había querido hacerlo con el envío de los originales de mi Defensa del Marxismo. Pero no he podido concluir aún, por excesivas ocupaciones, la revisión de los originales, y no quiero que esto retarde más mi respuesta. El trabajo está terminado, el texto de la obra completa, pero me faltan todavía algunas notas y la revisión de las últimas cuartillas. Los ensayos de El Alma Matinal, irán enseguida”.18 Mariátegui insiste en enviarle primero los originales de Defensa del marxismo antes que los originales de El alma matinal. Cuando señala que “El trabajo está terminado, el texto de la obra completa, pero me faltan todavía algunas notas y la revisión de las últimas cuartillas”, se está refiriendo a que cuando se publique el número 24 de la revista Amauta, que corresponde a ese mes, el ensayo Defensa del marxismo estará definitivamente terminado.
Díez días después, insistirá en ello: “Continúo trabajando en la revisión del material de Defensa del Marxismo. Apenas esté listo, se lo expediré. Forma un volumen no mayor de los 6 Ensayos de Henríquez Ureña. Por su carácter polémico actual, tengo la impresión de que se venderá fácilmente”.19 Sin embargo, dos meses después Mariátegui insistirá: “No me dice Ud. nada de sus gestiones para la edición de mi Defensa del Marxismo, ya pronta para la impresión”.20 El 7 de noviembre, Mariátegui insistirá nuevamente: “Los [originales] de mi Defensa del Marxismo están listos. No los he despachado porque lo suponía a Ud. demasiado atareado para ocuparse de tratar con La Vanguardia u otro editor. Creo que, por la actualidad del tema, y porque polemiza con obras como las de Man, Eastman, Berl y otras de mucha resonancia, este libro puede venderse fácilmente”.21
Entre mediados de noviembre de 1929 y principios de marzo de 1930, a pesar del intenso intercambio epistolar, no volverán a tratar el tema. En esos meses, ambos estarán embarcados en el impacto de una nueva intervención policial en la casa de Mariátegui, esta vez producto de un supuesto “complot judío”, las coordinaciones del viaje de Waldo Frank a la Argentina y al Perú, y la organización del propio viaje de Mariátegui a la Argentina. Sobre este último punto, Glusberg insiste en que el arribo de Mariátegui en Buenos Aires debía coincidir con la publicación de El alma matinal, por lo que insta a Mariátegui a imprimirla en Lima en los talleres de Minerva, pero con el sello de la Editorial Babel.22
Frente a esta posibilidad, el 6 de marzo de 1930, cuando Mariátegui está en las semanas finales de su vida, le responde:
“En cuanto a la impresión del libro en Lima, la considero imposible. (…) Yo había reservado, más bien, a Minerva, en caso de que no se consiguiese prontamente editorial para este libro en Buenos Aires, mi Defensa del Marxismo. Pero esta misma impresión, no podría hacerse aquí por ahora, de suerte que, a fin de que la llegada del libro a Buenos Aires se acerque todo lo posible a mi propio arribo, voy a escribir inmediatamente a Madrid, proponiendo la edición de Defensa del Marxismo, a Historia Nueva. Podría hacer la gestión con Cenit, pero prefiero para mi primer libro en España la mediación de Historia Nueva por mi vieja camaradería con César Falcón, su director. Ese libro, por tocar debates muy actuales, y libros y tesis como los de De Man, Eastman, Emmanuel Berl, Benda, etc. con cierta originalidad doctrinal, me parece destinado a lograr alguna resonancia. Defensa del Marxismo se titula el ensayo que da su nombre al libro, cuya segunda parte está formada por otro ensayo: Teoría y práctica de la Reacción, que pongo actualmente al día, por haber sido escrito hace ya más de dos años”.23 M
De esta carta, quedan varias cosas claras. En primer lugar, para Mariátegui su mayor prioridad es la publicación de Defensa del marxismo, antes que El alma matinal. Quiere que esta sea su carta de presentación en Buenos Aires. En segundo lugar, queda claro que el segundo ensayo, Teoría y práctica de la reacción, no está concluido y que su contenido se basa en sus escritos de fines de 1927, ya señalados.
En tercer lugar, debido a la premura de su viaje, que esperaba realizar con su familia entre fines de abril y principios de mayo, decide solicitar a la Editorial Historia Nueva, dirigido por su amigo César Falcón, que se encargue de la impresión del libro. Para entonces se encontraba también comprometida la impresión de su famoso libro, Ideología y política en el Perú que, como hemos visto, aún no había iniciado su elaboración.
Esta decisión es confirmada en la carta de Mariátegui a Glusberg del 11 de marzo: “He escrito, por vía aérea, a Madrid, preguntando si puede imprimirse ahí, por Historia Nueva, en el menor plazo, mi Defensa del Marxismo, que contribuiría a hacerme conocer en Buenos Aires, con un trabajo que estimo exento de todo pedantismo doctrinal y de toda preocupación de ortodoxia”.24 En carta del 4 de abril, la última entre ambos amigos, Glusberg le escribe a Mariátegui instándole a que imprima El alma matinal en vez de Defensa del marxismo: “La Defensa del Marxismo asustará a muchos. No hay que dejar solo a ese libro. Piénselo y si como Ud. me decía en mayo se desocupa un poco el taller de Minerva haga componer El Alma Matinal y cuide Ud. mismo de las pruebas”.25
La respuesta de César Falcón demoró casi un mes, debido a que en ese momento había viajado a Londres. A su regreso, le envió un cablegrama a Mariátegui, que decía: “LCO MARIATEGUI WASHINGTON IZQUIERDA 970 LIMA ENVIA ORIGINALES ABRAZOS. CESAR”.26 Días después de recibirla, Mariátegui enfermó, fue internado en la Clínica Villarán y falleció el 16 de abril. Sin embargo, sus compañeros de partido, que continuarían dirigiendo Amauta, intentaron publicarlo. N
No conocemos los entresijos de esta situación, pero en la contratapa de la revista Amauta 30, de abril-mayo, apareció el siguiente anuncio: “Defensa del marxismo. Teoría y práctica de la reacción. Editorial Historia Nueva, Madrid”. Este número había sido prácticamente preparado por el propio Mariátegui y ello podría explicar la presencia del anuncio. Al parecer, tras la muerte de Mariátegui, el compromiso de César Falcón fue revocado. Ello habría llevado a la decisión de los nuevos editores de Amauta de publicarlo en los talleres de Minerva. En la contratapa del último número de Amauta, el 32 de agosto-setiembre de 1930, apareció el siguiente anuncio: “Está en prensa en los talleres de Minerva. José Carlos Mariátegui. Defensa del marxismo. Teoría y práctica de la reacción. Biblioteca Amauta”. Ello nunca llegó a ocurrir. O P
Cabe insistir que el segundo ensayo Teoría y práctica de la reacción no llego a ser elaborado. A pesar de que el ensayo Defensa del marxismo estaba terminado con la publicación en el número 24 de la revista Amauta, en junio de 1929, y pese a haber anunciado en marzo de ese mismo año su elaboración, éste no llegó a concretarse debido a las múltiples actividades políticas y editoriales de Mariátegui. Como señalamos anteriormente, fue elaborado de manera póstuma por los editores de las obras completas a partir de la información existente en la correspondencia entre Mariátegui y Glusberg.
¿Por qué Mariátegui no logró publicar Defensa del marxismo? Hay allí una historia que desentrañar, pero creo que el hecho de que el libro no pudiera ser publicado en Buenos Aires, ni en el Perú, no se debe solamente a la muerte de Mariátegui, sino también a otros factores. En primer lugar, los temores de Samuel Glusberg respecto a las reacciones que pudieran suscitarse tanto por parte del gobierno como de los socialdemócratas argentinos frente a la publicación del libro. En segundo lugar, la decisión de Mariátegui de ampliar el ensayo inicial, postergando la elaboración del segundo. Finalmente, la nueva ola de represión del régimen de Leguía por el supuesto “complot judío” no permitía condiciones políticas para editarlo en Lima.
Cabe resaltar que, aunque no fuera publicado como libro en vida de Mariátegui, Defensa del marxismo tuvo alguna repercusión. Horacio Tarcus ha mostrado su impacto en la Argentina a partir de un grupo de reseñas publicadas en Buenos Aires. Estas son: “Mariátegui y el marxismo” de Ramón Doll y “El último libro de Mariátegui: Defensa del marxismo” de Antonio Gallo.27 Lo interesante de ambas reseñas es que se denomina a Defensa del marxismo como el “libro póstumo” de Mariátegui, pese a que estas reseñas fueron elaboradas a partir de la versión de Defensa del marxismo de la revista Amauta y no por su publicación como libro. Como veremos enseguida, también tuvo repercusión temprana en Chile, lo cual haría posible que la primera edición de Defensa del marxismo como libro, se realizara en ese país.
Notas
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No es la primera vez que la correspondencia entre Samuel Glusberg y José Carlos Mariátegui ha sido estudiada. Además de Horacio Tarcus. Mariátegui en la Argentina o las políticas culturales de Samuel Glusberg. Buenos Aires, Ediciones El Cielo por Asalto, 2001, para el caso de Defensa del marxismo, un sucinto recuento ha sido hecho por Jorge Budrovich, “Tras la senda del hontanar del marxismo latinoamericano. Una lectura de Defensa del marxismo de José Carlos Mariátegui”. En: Patricio Gutiérrez (Ed). Un marxismo para latinoamerica: ensayos en torno a José Carlos Mariátegui. Santiago, Universidad de Valparaíso, 2014, pp. 59-63. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 10/1/1928. ↩︎
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Buenos Aires, Editorial Babel, 1925. Biblioteca Argentina de Buenas Ediciones Literarias. 213 páginas. 18.7 x 13.5 cm ↩︎
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Carta de Samuel Glusberg a José Carlos Mariátegui, 28/1/1928. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 4/7/1928. ↩︎
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Se refiere a los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, que saldría de la imprenta entre fines de octubre y principios de noviembre de 1928. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Miguel Ángel Urquieta, 26/9/1928. ↩︎
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Jorge del Prado. En los años cumbres de Mariátegui. Lima, Ediciones Unidad, 1983. ↩︎
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Carta de Samuel Glusberg a José Carlos Mariátegui, 20/10/1928. ↩︎
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El artículo “Sentido heroico y creador del socialismo” aunque fue publicado recién en la revista Mundial el 1 de febrero, apareció en el número 21 de la revista Amauta en enero de ese año. La aparente discordancia se debería a que Mariátegui habría entregado su colaboración para Mundial en diciembre de 1928, pero no fue publicada hasta inicios de febrero de 1929. Mientras tanto, los otros artículos seguían apareciendo con regularidad en la revista Variedades. ↩︎
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Cabe anotar que a partir del número 21 de la revista Amauta, la numeración de las secciones del ensayo de Mariátegui se saltó un número, lo cual daría como resultado que ésta terminara en el número 17 y no en el 16. Este hecho traería consecuencias en las primeras ediciones como libro de Defensa del marxismo. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 7/11/1928. Cabe resaltar que, en esta misma carta, Mariátegui le dice: “Trabajo en otros dos libros: Ideología y Política en el Perú (comprometido para las ediciones de Historia Nueva) e Invitación a la Vida Heroica”. Con lo dicho hasta aquí, creo que es bastante claro que, salvo El Alma Matinal, del cual existe un sobre con parte de su contenido, los otros dos libros (el primero de ellos, el llamado “libro perdido” de Mariátegui) no habrían pasado de meros proyectos. En ese sentido, en base a lo señalado hasta el momento en nuestro presente trabajo, nuestra postura frente a la famosa polémica sobre su “pérdida” por parte de César Falcón o su “secuestro” por parte de la Comintern de Ideología y Política en el Perú, es que este libro nunca llegó a escribirse. ↩︎
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Ídem ↩︎
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Carta de Samuel Glusberg a José Carlos Mariátegui, 06/12/1928. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 10/3/1929. ↩︎
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Estos originales, como los de Defensa del marxismo, no llegaron a ser remitidos a Buenos Aires. Como es conocido, un sobre con parte de los originales y otros materiales, incluido un índice tentativo, de El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, fueron encontrados entre los papeles de Mariátegui. Una fotografía de la copia fotostática de dicho sobre acompañan todas las ediciones populares de este libro realizadas por la Empresa Editora Amauta. ↩︎
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Carta de Samuel Glusberg a José Carlos Mariátegui, 20/4/1929. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 10/6/1929. En esta misma carta le dirá: “Tengo que ocuparme al mismo tiempo de estos dos libros y de uno, sobre política peruana, que debo entregar a Historia Nueva de Madrid”. Cursivas nuestras. Se trata, obviamente, de Ideología y política en el Perú. Ver nota 13. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 20/6/1929. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 21/8/1929. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 7/11/1929. ↩︎
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Como puede deducirse de la correspondencia, la intención de publicar Defensa del marxismo en Buenos Aires, estaba relacionada a que sirviera de presentación de Mariátegui al público argentino, no para polemizar con la Comintern. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 6/3/1930. ↩︎
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Carta de José Carlos Mariátegui a Samuel Glusberg, 11/3/1930. ↩︎
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Carta de Samuel Glusberg a José Carlos Mariátegui, 4/4/1930. ↩︎
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Cablegrama de César Falcón a José Carlos Mariátegui, 5/4/1930. ↩︎
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El primero se publicó en La Vida Literaria. Año II No 20. Buenos Aires, mayo de 1930. p. 2; y el segundo en Claridad. Revista de Arte, Crítica y Letras, No 207. Buenos Aires, 24 mayo de 1930. ↩︎