6.4. Métodos criollos

  • José Carlos Mariátegui

 

        1Veinte comisiones y cien subcomisiones han recibido el encargo de librar a esta tierra de las asechanzas aviesas y acérrimas del hambre. Fea y descarnada como el señor don Emilio Sayán y Palacios, el hambre es un enemigo que nos ronda y nos atisba. Y no podemos pedirles a los graves varones de la Suprema que nos exoneren de este enemigo y le apliquen pena acerba y durísima como a un funcionario contumaz y deshonesto.
        El método nacional de las comisiones es el anestésico de todas nuestras angustias, de todos nuestros dolores y de todas nuestras aprensiones. No nos turbará ni nos exasperará nunca un problema mientras estemos en aptitud de nombrar una comisión. Una comisión calma y tranquiliza la mayor nerviosidad peruana. Sobre todo, cuando es una comisión capaz de dividirse en diez subcomisiones.
        Cuando sintieron las gentes que la vida había encarecido con exorbitancia y demasía, solicitaron del gobierno un remedio o un alivio siquiera. Pensaron ingenuamente que habían puesto al gobierno en un trance tremendo. Pero inmediatamente hubieron de comprender que se engañaban. El gobierno organizó una comisión, otra comisión y otra comisión. Y si arreciaban los clamores de las gentes el gobierno nombraba una comisión nueva.
        Tuvieron las gentes que persuadirse de que debían aguardar las sesiones del Congreso. Se imaginaron que pactaban un armisticio con el hambre. El Parlamento iba a ser un tribunal de arbitraje.
        Y el Parlamento ha venido a llenar de decepciones y de asombros el ánima del pueblo. Ha hecho lo mismo que el gobierno. Ha nombrado dos comisiones. Una comisión de diputados y una comisión de senadores. Luego estas comisiones se han juntado en una comisión mixta. Mas enseguida se han subdividido en seis comisiones. Subcomisión de arroz y de menestras. Subcomisión de pasto y de fósforos. Subcomisión de carbón y de azúcar. Subcomisión de yucas y de camotes. Subcomisión de trigo y de harina. Subcomisión de manteca y de aceite.
        Vivimos esperando del Congreso una solución y el Congreso solo ha producido una comisión. Esta comisión tampoco ha producido una solución todavía. Ha producido en cambio seis subcomisiones. Afortunadamente estas subcomisiones son unipersonales. No será posible, pues, que a su vez se subdividan.
        Pero en el nombramiento de las subcomisiones ha mostrado la gran comisión mixta de senadores y diputados un extraordinario acierto. Ha revelado un espíritu humorista, travieso y juguetón. Y ha anegado en contento el comentario metropolitano.
        Se han preguntado unas a otras las gentes de la ciudad:
        –¿Por qué han designado al señor Secada para la subcomisión de yucas y camotes?
        Hemos intervenido nosotros para iluminarlas:
        –¡Únicamente dos subcomisiones le cuadraban al señor Secada! ¡Una la de yucas! ¡Y otra la de fósforos!
        Se ha reído entonces la ciudad y ha aseverado:
        –En verdad que el señor Secada se parece a una yuca.
        Y más tarde la ciudad ha puesto los ojos en el señor don Emilio Sayán y Palacios, el paradojal príncipe demócrata, y ha exclamado:
        –¿Por qué han nombrado al señor Sayán y Palacios para la subcomisión de manteca y aceite? ¡Si el señor Sayán y Palacios es muy seco y muy enjuto!
        Hemos intervenido afirmativamente:
        –Además el señor Sayán y Palacios es un gentilhombre. Y la manteca y el aceite son artículos asaz groseros y plebeyos.
        Y finalmente hemos tenido que pronunciar una protesta que se está haciendo en nosotros una protesta orgánica:
        –¡Falta en la comisión de subsistencias el señor don Manuel Bernardino Pérez! ¡Falta nuestro Sancho de similor! ¡Falta nuestro gran hombre representativo y peruanísimo! ¡Ya no solo se olvidan del señor Pérez los universitarios! ¡También se olvidan de él los diputados! ¡No comprenden que esto de las comisiones es muy criollo! ¡Y no ven que las viandas nacionales se han quedado sin personero!


Referencias


  1. Publicado en El Tiempo, Lima, 4 de octubre de 1917. ↩︎