1.1. Minerva Vitrix – Del álbum de Juana Martínez de la Torre de Ratti – Fantasía de otoño
- José Carlos Mariátegui
MINERVA VITRIX1
A Juanita Martínez de la Torre
Porque el sol de tus ojos es imán de laureles,
porque brota al conjuro de tus dedos la rosa,
porque en ti cada día es azul mariposa
cuyas alas abrieron Miguel Ángel y Apeles,
te persiguen los viles, te atormentan crueles,
del jardín de tu ensueño se hace el odio raposa
y la envidia se afana, serpenteando rabiosa,
por turbar tus encantos, por manchar tus pinceles.
¿Tu delito? El ser niña, el ser fresca, el ser bella,
el tener en tus manos cautivada una estrella,
el haber con la gracia perfumado el talento.
Sigue y triunfa. De faro sirve el odio a la Gloria.
A la envidia la toma por corcel la victoria.
Sigue y triunfa: es aurora para el genio el tormento.
porque brota al conjuro de tus dedos la rosa,
porque en ti cada día es azul mariposa
cuyas alas abrieron Miguel Ángel y Apeles,
te persiguen los viles, te atormentan crueles,
del jardín de tu ensueño se hace el odio raposa
y la envidia se afana, serpenteando rabiosa,
por turbar tus encantos, por manchar tus pinceles.
¿Tu delito? El ser niña, el ser fresca, el ser bella,
el tener en tus manos cautivada una estrella,
el haber con la gracia perfumado el talento.
Sigue y triunfa. De faro sirve el odio a la Gloria.
A la envidia la toma por corcel la victoria.
Sigue y triunfa: es aurora para el genio el tormento.
DEL ÁLBUM DE JUANA MARTÍNEZ DE LA TORRE DE RATTI
Para hacerlos la ofrenda de mis versos quisiera
mejor vuestro abanico que vuestro álbum glorial.
En él, un caballero de otra edad escribiera
su más extravagante y bello madrigal.
Y más hermoso el marco del abanico fuera,
si en él pintara una orla vuestra mano ideal,
donde una princesita bordara su quimera
en una tarde de oro, fragante y vesperal,
Pero, sumiso, escucho vuestro gentil empeño,
interrumpo la vana locura de mi sueño
y en un soneto os digo toda mi admiración
Si acaso no es galante, ni expresa lo que siento
y si no sé ofreceros la flor de un pensamiento,
sabed que mi alma entera es ritmo en mi canción,
mejor vuestro abanico que vuestro álbum glorial.
En él, un caballero de otra edad escribiera
su más extravagante y bello madrigal.
Y más hermoso el marco del abanico fuera,
si en él pintara una orla vuestra mano ideal,
donde una princesita bordara su quimera
en una tarde de oro, fragante y vesperal,
Pero, sumiso, escucho vuestro gentil empeño,
interrumpo la vana locura de mi sueño
y en un soneto os digo toda mi admiración
Si acaso no es galante, ni expresa lo que siento
y si no sé ofreceros la flor de un pensamiento,
sabed que mi alma entera es ritmo en mi canción,
FANTASÍA DE OTOÑO2
Me he enfermado de bruma, de gris y de tristeza,
y ha puesto frío en mi alma la caricia otoñal.
Un dolor, adormido en mí, se despereza
y se hunde en un nirvana atáxico y mortal.
La pena me posee con ansias de faunesa
y su abrazo me invade de un hastío letal.
Un paisaje de otoño se duerme en mi alma, presa
de una inquietud neurótica y de un delirio sensual.
Panoramas de niebla y de melancolía,
donde dice el invierno su blanca sinfonía; cielos grises
y turbios; monorritmo tenaz
de lluvia que golpea muy lento a mis cristales,
cual, si con los nudillos las manos espectrales
de la muerte llamaran, sin atreverse a más…
y ha puesto frío en mi alma la caricia otoñal.
Un dolor, adormido en mí, se despereza
y se hunde en un nirvana atáxico y mortal.
La pena me posee con ansias de faunesa
y su abrazo me invade de un hastío letal.
Un paisaje de otoño se duerme en mi alma, presa
de una inquietud neurótica y de un delirio sensual.
Panoramas de niebla y de melancolía,
donde dice el invierno su blanca sinfonía; cielos grises
y turbios; monorritmo tenaz
de lluvia que golpea muy lento a mis cristales,
cual, si con los nudillos las manos espectrales
de la muerte llamaran, sin atreverse a más…
Referencias
-
Minerva Victrix. En La Prensa: Lima, 10 de enero de 1915. Soneto Alejandrino, suscrito solo con tres asteriscos. ↩︎
-
Fantasía de otoño. En La Prensa: Lima, 16 de junio de 1915. En las Páginas Literarias, seleccionadas por Edmundo Cornejo Ubillús (Lima, 1955), p.76. Y en La creación heroica de José Carlos Mariátegui, por Guillermo Rouillón (Lima, 1975), t.1, p.72. ↩︎
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